MARTES SANTO.

Para Guillermo:


Siento en el alma no haber podido asistir a la procesión del Cristo del Perdón, tu cofradía. Un grave asunto doméstico me lo impidió a última hora. Que sepas que me hacía mucha ilusión y lo tenía previsto desde hacía días. De todas formas, te vi en la tele cuando fuiste al besapié del Cristo en la iglesia y a tu padre detrás con la cámara.
Habrá próxima vez.


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  Alguien me dijo que cuando subáis desde el albergue hasta la Casa Verónica por el Barranco de Enmedio, lo haréis de uno en uno, ordenadamente; pero que, cuando bajéis -los que lo consigan-, lo haréis al galope, despavoridos, en tropel, dándose patadas en el culo para correr más deprisa.
Yo creo que exageraba esa persona, aunque ... no sé, no sé. Tal vez ...