OH, MIS CAPILARES ...

DEBERES

MATEMÁTICAS:
-Divisiones y combinados del cuaderno.
-PEN:   Recursos --> Problemas --> Fichas 3 y 4

LENGUA:
-Estudiar demostrativos y posesivos  (Examen)

C. DEL MEDIO:
-Terminar de copiar las preguntas (hasta la diez)
(Están en el blog, en el viernes).

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Microhistoria.



  Samuel abrió los ojos. Intentó mover la cabeza, pero no pudo. Los músculos de su cuello - en concreto, sus esternocleidomastoideos-, no respondían a las órdenes de su cerebro. A continuación, movió sus ojos como un camaleón, de un lado a otro, girando desesperadamente como en una noria infernal. Nada. Todo su cuerpo era como una madera seca, duro y pesado como un  examen de Ciencias Naturales -o de Matemáticas-.
  Una neblina espesa, vaporosa y rojiza llenaba la estancia donde se encontraba, aunque estaba claro que no distinguía ni paredes ni objetos.
  Samuel notaba como su corazón latía cada vez más deprisa. La sangre era impulsada con ímpetu por su atemorizado corazón. Los vasos sanguíneos se inflamaban, se endurecían por momentos, lo cual que impedía el paso fácil del torrente sanguíneo, es decir, plasma y células sanguíneas, a través de arterias y venas. Estaba muy preocupado pues notaba como las células  de algunos órganos no recibían los nutrientes y el oxígeno necesarios para su supervivencia, así como tampoco eran recogidos para su eliminación el dióxido de carbono y las sustancias de desecho.
 Notaba como su sangre rica en oxígeno salía del corazón por las arterias y, a su vez, entraba con desechos por las venas. Notaba como las válvulas de su corazón se abrían para dejar pasar la sangre de una aurícula al ventrículo de su mismo lado. Notaba como su corazón se contraía, impulsando la sangre hacia afuera haciendo el movimiento de sístole. También, como el corazón se relajaba recogiendo la sangre en el movimiento de diástole.  Increíble. Notaba su pulso, sus latidos como si estuvieran dentro de su cabeza.
  Esto podía ser maravilloso en otra situación, pero en este caso solo le estaba produciendo ...
miedo, muchísimo miedo. Esto podía significar que tal vez, a lo mejor, pudiera ser, es posible, acaso, quizás,  estuviera ... ¿muerto...?