MARTES, XXIII - X - MMXII

DEBERES:

C. DEL MEDIO:
-Copiar el esquema. (hacer los recuadros)
-Estudiar las preguntas del examen y repasar el libro.

MATEMÁTICAS:
-Ficha de conceptos y problemas.

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Y ahora ...







   Los espectros avanzaban lentamente por el pasillo, acercándose a la puerta sigilosamente. Dentro, el barullo era total. Nadie acertaba a decir o hacer algo sensato o coherente. Sólo había gritos, llantos y miedo. Mucho miedo. Anabelina se decidió. Dijo que ella bajaba a ver si la puerta principal estaba abierta y así, poder escapar. Yeyita se animó y dijo que la acompañaba. Con más temblores que un flan de gelatina fueron descendiendo los escalones. Despacio, muy despacio. Vieron por fin que la puerta estaba ...
¡cerrada! ¡Oh, maldición! ¡Estaban irremisiblemente atrapados!
  Subieron aceleradamente la escalera y entraron a la clase pálidas como una luna en un cementerio.
¿Qué iban a hacer?
  Mientras, los espectros, como son espectros, se hicieron invisibles y se pararon ante la puerta. Estaban muy cerca. Ahí mismo. Ahí, ahí, ahí. Miraron por el cristal y vieron a los corderillos a punto de ser devorados. Eligieron a una primera víctima. Con su poder mental, hicieron que se levantara y avanzara hacia la puerta. La abrió y ... fue arrastrada por una fuerza descomunal, llevada por los aires hasta desaparecer por la esquina del pasillo. Los niños gritaron espantados. Paulita "Rubio" había desaparecido, quizá para siempre, en las entrañas de lo desconocido, de la oscuridad absoluta, del infierno.
 Los espectros se conformaron de momento con su presa. Merendaron muy a gusto y se echaron a descansar. Mañana volverían por una nueva ración de comida. Los que no hagan los deberes perfectamente, serán los siguientes.     ¡Ja, ja, ja, ja!